jueves, 3 de enero de 2008

Suciedad en el Metro de Madrid



Pensé que para año nuevo el metro estaría limpio y na de na. Sigue igual con la misma mierd....
Hasta los leones que hay en los carteles rugen de impotencia ante tanta miseria por los suelos. En fin que no digo que no este justificada la huelga, pero sí se podrían haber puesto ya de acuerdo.

Ahhhh muy mal, he visto por la tele como rociaban aceite por los suelos y más de un abuelo y abuela han sufrido caídas. Eso puede tener consecuencias graves para los más ancianos. Es un acto de vandalismo y no tiene justificación. Papeles se puede tolerar, pero el aceite ha sido una maldad.
A este paso iremos con mascarillas de cirujanos y tendremos que operar las papeleras, y los suelos.
Ahhhhhhh se me termina de ocurrir una cosa jajajaja.
Sería buena idea que al entrar al metro nos proporcionaran mascarilla, guantes y una bolsa de basura jajajaja y a la salida según pesara la bolsa, 1 kilo de mierd... nos correspondería 1 kilo de pienso compuestos como a los gorrinos. Ya que nos tratan como a tales, que andamos cada día entre mied... de un lado para otro.

Bueno iré preparando una mascarilla por si dura mucho tiempo la suciedad en el metro no me vaya a contaminar más de lo que ya estoy.

Agua
















Eres escarcha en los fríos amaneceres.
Nieve blanca que cubre las montañas,...
Libre en los lagos, ríos, mares,...

La mar te deporta, tú te evaporas.
Las nubes te aprisionan bebiendo de tu esencia.
Te transportan dentro de su alma.

Ellas son tus prisioneras.
Un día lloran por tu huida,
Derramándote, te dejan caer en forma de lluvia.

Refrescas mis pensamientos
Alimentas y sustentas mi cordura.
Agua, tú riegas mis deseos.

Calmas mi sed y me das alegrías.
Tus gotas amparan mi esperanza.
Eres el alimento que gota a gota nutre a la tierra.

martes, 1 de enero de 2008

PUENTE DE FIN DE AÑO

Viernes noche 28 de diciembre aterrizamos sobre las 22:15 en El Real de San Vicente.
Noche fría. El cielo cargado de estrellas contempla la tierra y alguna que otra me guiña un ojo dándome la bienvenida.
Llegamos donde mis suegros, saludamos y, acto seguido, pasamos a la casa de al lado donde vive Moisés con su esposa. Él es el hermano de mi suegra y tío de de mi compañero. Allí estaban cenando con sus nietos, hija y yerno.
Mi estomago comenzó a saltar de alegría, se entusiasmó al ver comida, sus jugos comenzaron a saborearla. Yo le dije que se tranquilizara, allí no correspondía que nos dieran la cenar. Hizo una mueca de vacío y dejo de emitir sonido.

Rápido subimos a casa de mi padre, allí seguro nos esperaban unas patatas calentitas guisadas. Mi nariz al llegar a la esquina no obtuvo olores a comida. La tele tampoco se oía. Cosa rara, pensé, si mi padre sabía que el viernes nos tendría.
Quietud, todo a oscuras y nada de sartén al fuego con guiso de patatas y costillas. Este es el menú de los viernes que aterrizamos en el Real. La planta de abajo calentita. Subimos bolso a la planta de arriba y de pronto y en décimas de segundo viajamos al polo norte. Por Dios, si en la habitación hasta el edredón estaba tieso perecía que entrábamos en una de esas casas hechas de hielo. La nariz comenzó a echar moquita y se adornaba con una estalactita. Si hablábamos salía vaho de nuestras bocas. Una habitación desangelada y terrorifica. Ya hacia años que no recordaba lo fría que era la casa. Mi padre se olvidó de dar la calefacción de la planta de arriba. También de prepáranos la cena. Él no sabia que era viernes, aun vivía en el jueves, eso nos dijo al día siguiente. Yo no tenia ganas de ponerme a preparar nada. Le dije a mi compañero de hacerle un bocata de queso, jamón o chorizo. Pues cenaríamos bocata. :-) Ni gotita de pan en la bolsa del pan tierno. Sí había pan en otra bolsa pero era pan duro como un canto. Busqué y hallé rebanaditas pequeñitas de pan tostado. Buen trozo de jamón, queso y salchichón y 7 rebanaditas que sobraron de hacer los canapés del día de Navidad. Yo cené un tazón de leche con galletas de limón.

Sábado sonó el móvil, eso significaba que eran las 10 de las mañana. Tiré ropa para atrás y la habitación estaba algo más caliente, dormimos con una estufa puesta y ya había cargado el radiador de la calefacción nocturna. Son radiadores que tienen dentro unas piedras y cargan por la noche a la vez que desprenden calor y luego durante el día van descargando. Como a las 23 horas ya se han descargado y a esa misma hora comienzan a cargarse para tener calor durante el próximo día.

Me lavé la cara como los gatos, mejor dicho como una gatita mojando mis dedos y pasando por los ojos para quitar las legañas, peiné mis cabellos, me vestí y baje a prepararme el desayuno y comida para los tres. Como a las 12 de la mañana ya terminé y corté un trozo de pan que ya había traído mi compañero y le metí dentro dos pimientos fritos aun calentitos. Puse en un bote vino y subí carretera arriba despacito para que mi hombre tomara un piscolabis. Él estaba cogiendo aceitunas.
Le supo a gloria bendita el bocata, los pimientos le encantan y regado con un vinillo de la tierra le hizo entrar en calor.

Terminamos y a las 14 horas bajamos a casa a comer. Ese día puse alubias pintas con verduras, chorizo y morcilla. Montones de calorías, pero apetecía comida calentita. Después de comer de nuevo subieron mi padre y Antonio a varear más olivas…
Una servidora se quedó viendo la tele y terminando de pintar el cuadro que dejé a medias en las Navidades. Este paisaje es de una calle donde tienen el garaje unos amigos. Ahora como están arreglando la R30 del Real, no podemos meter el coche en nuestro garaje y estos amigos nos han hecho un hueco en el suyo. Hice una foto y desde casa pinté. :-) Ya sé que no es una copia exacta, tampoco pretendía hacerla, para eso ya está la foto ;-).
En la pintura faltan cosas que en la foto si están, pero yo he querido que fuera así, yo la he hecho como mejor me ha parecido. Se admiten consejos constructivos :-)

Sobre las 20 horas de ese sábado había asamblea ordinaria en la Peña el Piélago. Se dieron cuentas de lo que había hecho la sociedad durante el años. Se rifaron regalos y se tomó una merienda cena a base de embutidos… y refrescos. Luego hubo algo de ronda. Nos quedamos un ratito y nos fuimos a ver a unos amigos.

Domingo 30 más de lo mismo, mi compañero y padre seguían cogiendo aceituna. Yo ya estaba constipada y no bajamos a ningún lado, estuvimos en casa calentitos y viendo la tele.

Lunes 31 mi compañero estuvo de bancos, le han hecho tesorero de la Peña el Piélago y fue a reconocer su firma. Yo preparando la cena aunque estaríamos los tres solos.
La cena se compuso de estos aperitivos, una sopita suave de marisco y unas chuletitas de corderito. todo ellos regado con vino de barril, yo tomé aguita clara y zumo de naranja.
Por la tarde subí con él al huerto bien abrigada, quería ver como estaba el paisaje y que me diera el aire. Cogió lechugas y repollos que es lo único que hay ahora en el huerto y rápido para abajo. Una ducha bien caliente. Cada día aunque no he puesto ha habido ducha  pero no voy a poner cada detalle jajajaja, hay cosas privadas que no está bien publicar a los cuatro viento. Sobre las 19,30 estuvimos de cañas, contaminado mis pobres bronquios y mis lastimados pulmones.
Luego me pasaron factura y a la noche estaba con asma, aun así después de tomar las uvas hice el esfuerzo de subir a visitar y dar el Feliz Año Nuevo a Jesús (Piélago) y familia. Allí estaba Maite con su esposo Carlos y padres de éste y Mari Carmen, mujer de Jesús.
Nos invitaron a subir a casa pero no subimos, bajamos a la plaza para reencontrarnos en el bar de Jarry con los primos de Antonio, Juanjo y Alicia. Vaya primas guapas tenemos :-)
Yo tomé una manzanilla para que la cena que fue fuerte no tuviera problemas en ser digerida. Y parece que mi estomago me dio las gracias, al entra la manzanilla se empezó a encontrar como menos pesado.

1:30, salimos del bar a buscar a Petri y a Vicente. Allí en su casa vimos un rato de tele y tomamos algo. Yo dos vasos de agua, ellos una copilla. Los dijimos de ir a la peña a echar la ronda. En la Peña el Piélago había mucha gente con corchos (zambombas) en mano, almirez, botellas y un triangulo. Voces prodigiosas bien potentes cantando villancicos de Navidades.
Yo solo miraba y hacia fotos, estaba con asma y con una tos y malestar general. Mi sitio era la cama, pero el primer día de año no podía quítale a mi compañero las ganas de tocar una buena zambomba y cantar. Aunque lo suyo no son notas musicales, algo se va de oído pero disfruta. Y allí estuvimos hasta las 4 de la mañana. Tan solo tomé en toda la noche una manzanilla, dos vasos de agua y una coca-cola. A las 4 de la mañana fuimos en busca de nuestra cama :-)
Dormimos como dos lirones hasta las 12 de la mañana. Ahorramos el desayuno, no entraba nada a esa hora. Sobre las 13 horas, comimos, recogimos y de nuevo caminito de los madriles.