domingo, 24 de agosto de 2008

La Trilla

Ya se pasó la Semana Cultural y con ello comienza el relajamiento.
Ayer día 23-08-2008 fue el último día de la Semana Cultural, fue muy movido, vino hasta la televisión de Castilla la Mancha. La Asociación de los Jubilados, Santos Mártires, organizó una era para que niños y mayores pudieran disfrutar del evento y ver y comprender de donde sale el trigo para hacer el pan y demás cereales. Todos pudimos apreciar el trabajo rudo que suponía para hombres y mujeres de aquellos años, separar el grano de la paja.
Hoy día todo este trabajo se hace con maquinaria agrícola. Antaño, ese trabajo que hoy se realiza en poca horas, empleaban prácticamente todo el verano para hacer estas labores. Hubo quien se vistió con trajes de la época y rememoró aquellos duros días de sus abuelos.

A las 11.30 se cargaron las caballerías con los haces de mies, sobre las doce llegaron a la Plaza del Llanillo, que era la plaza elegida para celebrar la trilla. Descargaron su pesada carga y liberaron a los animales de sus albardas para inmediatamente ponerles el yugo para que tiraran del trillo y comenzar la faena de moler la paja. El Llanillo estaba a rebosar de espectadores y curiosos que acudieron a ver, y muchos a recordar, como se hacía una era y se trillaba los cereales. No faltaron niños deseosos de probar como, y qué se sentía al montar en el trillo.

Después de una hora trillando y el holgorio y algarabía de los niños por probar entusiasmados por primera vez en el trillo, descansaron los trilladores para almorzar unas patatas de era, con ricos torreznos, que prepararon unas expertas cocineras acostumbradas a las faenas del campo. Después de reponer fuerzas inmediatamente los trilladores siguieron dando vueltas para triturar la paja. Mientras tanto se invitaba a todas las personas a comer unas ricas patatas de era con torreznos. Esas patatas eran las que hacían antiguamente cuando se iba a la trilla de los distintos cereales.



Mientras los espectadores comían, los trilladores hacían una parva y ponían en los lizares la paja que estaba arriba y fruto que al desperenderse de la paja, posaba el suelo listo para recoger y llevar al molino.

La mañana estuvo muy amena, los que más disfrutaron fueron los trilladores y los niños, seguido de algunos de los espectadores que un tiempo atrás se dejaron media vida y mucho sudor en las eras trillaron. También algún que otro joven que seguro escuchó a sus abuelos hablar de la trilla, y como en las épocas de su juventud para poder subsistir trabajaban en el campo de sol a sol campo.
Por la tarde y para terminar el día de trilla, hubo merienda con un gazpacho fresquito de la trilla para todas aquellas personas dispuestas a tomarle.
Por la noche y en la plaza se dieron premios a los participantes y ganadores de las actividades programadas por las Asociaciones, Ayuntamiento y Peña el Piélago.
Una semana completa de actividades que hacen más divertidas las vacaciones de verano. El estar activos, compartir experiencias y sobre todo aprender de nuestros mayores que están sembrados de mucha sabiduría, es la mejor experiencia.
Poco a poco hay que ir recogiendo el fruto que durante tantos años han ido elaborando. Ese fruto llega un momento que por ley de vida perecerá. Antes de que se madure y quede blando sin poder utilizar y sacar toda la experiencia acumulada, han de dejar aquí el testimonio para seguir haciendo un mundo mejor para todos. La única forma de saber y que nos enseñen sus vivencias, es compartir y trabajar con y por los abuelos.