viernes, 24 de abril de 2009

Pequeñas Heridas




Mira mis pequeños picotazos.

Que causaron en mí grandes heridas.

Ni las gélidas noches del invierno.

Ni la ausencia de la luna.

Ni los exiguos rayos del sol,

hicieron que dejara de latir mi corazón.

La tierra que piso me da fuerza.

El roció de cada mañana,

se bebe mis lágrimas.

Me aferro a la vida, como el candil al aceite…

Mi mente a veces de malos recuerdos se turba.

Pero la fuerza de mi interior,

todos ellos los difumina.

Quiero ser la flor que te sonríe cada mañana.

Que te hace gozar en las madrugadas,

cuando tus ojos se clavan en mi alma.

Quiero ser el perfume que respiras.

Quiero con mis colores,

borrar los recuerdos de tu infancia.

Quiero que viajes en mi nube blanca.

Quiero regalarte la libertad.

Que tus ojos vean las crines al viento,

de varios corceles,

que galopan por la montaña.

Quiero que vueles y vueles,…

Que tu mente y corazón sean libres,

como el gavilán y la paloma.


Un amigo me ha contado, que a una niña de entre 8 y 9 años, su abuelo la ha violado. Esta flor y poema se lo dedico a ella, y la deseo toda la fuerza del mundo para que pueda superarlo. Seguro que con el cariño de su familia logrará olvidarlo, y será una persona de mente y corazon sano.

miércoles, 22 de abril de 2009

ODA A LOS PENSAMIENTOS


A veces, mis pensamientos se evaden,
y buscan refugio en los silencios.
Posiblemente no pases de largo sin mirarme.
La niña de tus ojos de mí se prenderá.
De tu boca brotarán palabras que me adulen.
Mis oídos callados y sigilosos,
tu secreto guardan.
Hoy tengo belleza,
más soy efímera.
Mañana seré hoja seca y consumida.
No pases sin dedicarme una sonrisa.
No me pises,
ni me desprecies.
Pues aunque seca y vieja,
aun tengo vida.
Ponme entre libros o tus papeles,
y mi perfume te recordará,
cuando aun tenía lozanía.

Autora: Isa, yo misma

lunes, 20 de abril de 2009

TULIPANES DULCIFICADOS







Nubes preñadas de agua, de color gris,
y adornadas con puntilla blanca.
Buscan un lugar donde vaciar sus tripas de líquido colmadas.
Quedan absortan al visualizar un bello y erguido tulipán,
Acompañado de pensamientos color púrpura.
Rodeado de hojas aterciopeladas color esperanza.
Las nubes celosas por vislumbrar tanta belleza,
lloran por su simpleza.
El tulipán al beber del agua dulce que derraman,
se acomoda y acicala sus hojas blancas.
Las nubes se enrabietan partiendo en una huida recelada.
El sol aprovecha la oportunidad,
y sus rayos dorados acarician la fauna floral.
Ofreciendo al ambiente todo un espectáculo dulcificado y coloreado.