sábado, 7 de noviembre de 2009

El Otoño anda de Puntillas






Las hojas de otoño son como sonajeros acallando al viento.
Van y viene murmurando,
y en sus bocas traen gritos exasperados.
La soledad anda como sonámbula por las avenidas,
los parques mudos y sordos se quedaron.
Los árboles son gigantes desvestidos,
desnudos y muertos de frío
y hasta los pájaros, salieron despavoridos
al sentir su corazón aterido.
La soledad anda por doquier,
como las hojas deambulan sin sentido.
Hay que aplacar las largas horas otoñales,
con lectura, con música,
pintando las hojas secas del otoño frío.
La claridad se agota, las tinieblas nos acechan,
la negrura de la noche acorta el día.
Es tiempo de recogida, de silencios,..
de volver a la vida tranquila.
De amarse bajo un torrente de mantas.
De recorrer el cuerpo y sembrarlo de caricias y besos
Nuestros cuerpos serán los árboles verdes de este otoño.





Autora: Isa, yo misma

jueves, 5 de noviembre de 2009

Fruta Madura







Mis sábanas desprenden olores a fruta ya madurada.
Mi piel no es de terciopelo,
tampoco de satén manejable
más es piel cálida, viva, latente…



Los días, las noches, alegrías, las tristezas…
Me fueron puliendo, perfilando mi alma, mi vida.
Moldeando mi corazón, y mi existencia.
Las noches calmaron mis ansias de carias.



Tus besos calmaron la sed de mi boca.
Tus dedos palparon mis pechos,
surcaron las olas de mi pelo,
pasaronn volando por mi vientre,
se instalaron en mi Monte de Venus



Soy tú fruta madura…
Mi epidermis está algo fruncida,
aun siente tu ternura, el roce y calor de tu cuerpo,…
Mi piel  arrugada se estremece,
cuando la lava cálida de tú volcán en ella se derrama.





Se puede volar con la mente, pero con los pies sobre la tierra.


Si tienes los pies bien pegados a las raices de la tierra, aunque vueles muy alto,
si tus alas se quibran, el golpe será menos dañino.

Autora: Isa, yo misma

martes, 3 de noviembre de 2009

Tiempo de Transición


Tomo  de tu elixir, hasta el próximo  verano que te vuelva a ver

Me quedaría a dormir en tu regazo, pero el frío otoñal no me dejaría

No sé donde aterrizar, tu belleza me fascina, decía la abeja toda entusiasmada.


Aun sigo lozana y muy bella, y mi hermano el capullo, aun no se abrió para que lo goces, lo huelas...

Doradas hojas de otoño se desparraman por los suelos...


Abeja que revoloteáis escrutando las últimas flores veraniegas.
Ansiosas laméis su jugo desvalido,
y respiráis su esencia moribunda.


Hoy, mañana, y sucesivos días,
el ambiente se llenará de congoja.
El otoño se acentuará y no veréis por ahora más rosas.


El horizonte se viste de hojas amarillas,
pardas, anaranjadas, color teja,…
Y hasta en mi alma resuena campanas.


Estrepitoso gemido de hojas secas.
Pues las abejas dejan sin jugo alguno,
succionando y resquebrajando su débil belleza.


La cigarra ya no canta.
Las hormigas andas metidas en su casa.
Las moscas se evaporaron,
y los mosquitos con el frío se esfumaron.


El sol anda algo constipado,
y sus ojos lagrimean
apagando su fuego, nos deja en tinieblas.


Los árboles tomaron nuevo look.
La tierra se torno en oro.
Las espigas ya están molidas.


En unos días, llegará el invierno con su túnica gélida.
Tal vez algún día llore lágrimas heladas.
También es posible que mulla las montañas,
con copos blancos como el nácar.




Autora: Isa, yo misma

lunes, 2 de noviembre de 2009

Chotillos mamando del biberon



Aquí lo ven, es todo ternura. Mi amiga y yo hemos disfrutado un montón jugando con los chotillos. Los hemos acariciado y a la vez, ellos nos han lamido y nos han llenado de babitas jajajajaaja, pero no nos ha importado, ha sido muy agradable estar con ellos.

Como puede haber persona que maltraten a los animales, es increible el cariño que te pueden dar.
Este chotillo y su hermano, necesitan caricias, pues su mamá no les lame para darles los besos que necesitan.


El hambre acecha y solo quiero tragar, jajajaja. Es una monería. Y un gusto las caricias que hacen al succionar el dedo.


Estos pequeños terneritos tienen 7 días. aun no tieraron el ombligo. Su madre murió al parirlos. Se ve que tienen muchas ganas de vivir, pues se enganchan a la tetina del biberon que les prepara su dueño dos veces al día, y  es de 5 litros de leche para cada uno. Son todo amorosos, se pegan a las piernas y solos quiern lamer las manos.

Y aquí ya me ven con carita de felicidad. Es una sensación inexplicable el sentir el calor de la boca, la jugosidad que tiene, y la succión que hacen tan fuerte para sacar leche, que por otra parte, animalitos, sólo eran mis dedos, incluso las ansias de alimentarse, hacían que metieran toda la mi mano dentro de su boca.


¿Quién les ha enseñado?

El instinto de supervivencia es tan fuerte que saldrán para arriba, y serán animales muy valientes y fuertes.

Y sobre todo, serán animales muy sociales, pues al estar en contacto con el hombre, y no estar en un rebaño, no imitaran a sus semejantes los toros. Seguiremos yendo a visitarlos cada 15 días y subiré fotos de como progresan.

 
 

Ha sido una experiencia muy grata, el contacto con los animales, y la naturaleza son sensaciones muy naturales y aportan mucho bienestar.


Que fuerza tiene el instinto de supervivencia, que a toda costa salimos a flote en la vida.
He sido muy feliz este fin de semana.

Autora: Isa, yo misma