No pude tomarla comiendo tranquila.
Son asustadizas y aunque puse esmero y la hablé con cariño, se asustaba.
Jajajajaja, aqui está esta cabrita, que me hizo frente.
Seguro por su cabecita pasaron miles de palabras, pero no puedo articular ninguna. Sólo su mirada era algo así como: ¡¡¡Qué, que pasa tú, que quieres de nosotras!!!.
Ummmmmmmmmmmmm, qué rica está la comida. Algo calentita porque el sol tenía mucha furia, y lanzaba sus rayos con mucha colera.
Dicen que la cabra siempre tira al monte, y es cierto, subian para arriba.
Parece un gamo, pero es una cabrita
Andaba algo solitaria. Seguro pensando en amores
Esta pobre la dió verguenza pedirme que la arrascara. Así, que ella solita se arrascó contra las piedras.
Preciosa la cabra. Está como a parches. Es una monada de cabrita
No hay comentarios:
Publicar un comentario