domingo, 7 de noviembre de 2010

Raices Profundas


Cuando el odio está muy aferrado al alma, difícil es  de amar al odiado/a


La belleza sí  está en el color y presencia de las flores.
La belleza del ser humano, está en su interior y corazón, que es la parte intangible y que por tanto no se ve.



Si arrancáramos las flores amarillas, seguro que se quejaría con el lamento de las flores.
Si hacemos lo mismo con las flores rosas,  el dolor es el mismo.
Pues en la misma situación nos encontramos todos los seres vivos seamos del color que seamos, tamaño, religión, sexo,...


La soledad elegida, es el mejor camino para encontrarse con uno mismo...
La soledad impuesta, es tristeza  y el ahogo de  un grito...

La flor llamó a la soledad, y como solo era ella, destacaba de entre la hierba.
Al ser tan bella y estar tan sola, todos los bichitos  se acercaban a ella. Nunca logró estar sola...

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