Mi conejita tiene alborotadas las hormonas y esta mañana mientras limpiaba su jaula, intento rozarse con mi pie. Pero a mí me hacia cosquillas y no la dejaba. Yo para limpiarle la jaula me arrodillo, por cierto me están saliendo callos en las rodillas. Bueno mejor dicho, solo en la rodilla de la pierna derecha. Está más áspera que el resto de la pierna. Bueno a lo que vamos pues eso, que la pobre se ve que la pica su cosita, y a toda costa quería montar a mi pie. No la he dejado porque me daba la risa y no podía terminar de limpiar la jaula.
Una vez he terminado, ha buscado de nuevo mi pierna y la he dejado que disfrutara.
Ya sé que iré al infierno con Pedro Botero por dejar que mi conejita se masturbara en mi pie. A mí me sabía mal que la pobre no disfrutara y se desahogara, así que, que disfrute.
Me han venido recuerdos del internado y de cuando las monjas nos decían que no podíamos ser promiscuas, y el cura en el confesionario nos decía que era pecado tocarse el cuerpo.
Menos mal que una no hacía caso a esas cosas y disfruté y conocí mi cuerpo. Toda una pecadora adolescente. Con trece años tuve mi primer encuentro con mi cuerpo, yo misma me acariciaba mientras estaba en la ducha, o en la cama y nadie me podía ver. Me hice con un espejo pequeño y me miraba y sabía como era mi sexo. Y ni me he quedado ciega por tocarme mis partes sexuales, ni me han salidos pelos en las manos, ni en los brazos. Tengo los pelos normales que tiene todo el mundo.Y hoy no he podido dejar que mi conejita no saboreara ese rico y dulce caramelo.
Pero no ha controlado el gusto que sentía y me ha dado un mordisquito en la pierna. Es como si un alfiler me hubiera pinchado. Ella sabe que no puede morderme pero con la emoción del placer se le ha olvidado. Nosotros los humanos cuando recibimos placer jadeamos y suspiramos, pues parece que los conejitos muerden.
La he regalado mi osito para que cuando tenga ganas se desahogue con él. Parece que si lo va a aceptar como amigo. Lo ha estado oliendo y lamiendo, supongo que cuando tome confianza con él pues intentará ponérselo de forma que sienta placer.
Mi conejita Bolita se está haciendo adulta y como está viva quiere sentir. ¿Y porque no puede ser igual que los humanos que sentimos sin necesidad de procrear?.
Y que nadie se escandalice que sentir placer es lo más natural del mundo.
La sexualidad es algo natural. Al igual que es un placer leer, contemplar una bella puesta de sol o un crepúsculo. Oler un perfume. Ver volar a los pájaros, escuchar las olas del mar. Bucear y ver las profundidades,… Sentir y tener orgasmos es algo natural que la gran mayoría de las personas que estamos vivas necesitamos. Y es un gran sacrificio el privarse de estos placer. Y yo no estoy dispuesta a privarla de ellos, por lo que sí puedo facilitarle a mi conejita se lo facilito.